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4 Tratamientos Anticaída

Uno de los problemas estéticos que más genera inquietud en la población a nivel mundial es la pérdida de cabello. Pero detrás de esta preocupación, además de encontrarnos con implicaciones ligadas a nuestra imagen personal o al posible riesgo de enfrentarnos con un síntoma patológico; nos inquieta mucho la dificultad de encontrar tratamientos anticaída que ayude a frenar la caída del cabello sin ningún tipo de efecto secundario.  Frente a este escenario, nos surge la gran pregunta: ¿Cuál es el mejor método para prevenir la caída de pelo y garantizar la salud capilar? ¿Qué tratamientos favorecen el crecimiento del cabello y evitan la pérdida de pelo?

Ciertamente, se trata de una gran interrogante; y es que, pese a la existencia de un sinfín de productos y tratamientos para frenar la pérdida de cabello que existen en el mercado, tales como lociones, champús, cápsulas anticaída, sesiones de láser, entre otros; pocas son las opciones que garantizan seguridad y efectividad del tratamiento. De hecho, hace algunos años, hubo una denuncia en contra del gran número de tratamientos anticaída que afirmaban ser eficaces para tratar alopecias androgéneticas o casos de calvicie común, sin tener las evidencias científicas de su efectividad. Además, las causas de la pérdida de cabello son diversas y, en muchos casos, una vez que desaparece la causa, se recupera la función capilar.

De modo que, aun considerando que la alopecia puede deberse a situaciones de estrés ocasionales, cambios hormonales, falta de vitaminas y minerales, problemas alimenticios, etc.; se trata de un problema que merece atención, sobre todo, en sus inicios de aparecimiento.

A continuación, te contamos sobre los diferentes tipos de tratamientos anticaída más comunes.

Tratamientos anticaída

Muchas veces la preocupación por la pérdida abundante de pelo, los síntomas de alopecia areata y el adelgazamiento del cabello provoca mucha preocupación. En estos casos se suele recurrir a tratamientos que prometen una reconstitución capilar efectiva mediante productos de uso tópico o de ingesta oral, sin embargo, hay que tener cuidado con este tipo de promesas, ya que existen casos en donde la regeneración es irreversible. En todo caso, lo que se recomienda es la utilización temprana de productos para evitar la caída del cabello o tratamientos para frenarla a tiempo.  

Por otro lado, no todos los organismos responden de la misma manera a un tipo de tratamiento. De modo que también necesitarás de una orientación especializada.

Para ayudarte en la elección de un cuidado capilar adecuado, te explicaremos brevemente cuáles son los tratamientos para la caída del cabello más utilizados (sin considerar implantes capilares, ya que estos implican mayor grado de complejidad, coste y condiciones quirúrgicas), haciendo énfasis en el modo del tratamiento, su eficacia y sus riesgos.

1. Terapia láser con diodos de baja frecuencia (Low Level Light Therapy o LLLT)

Se trata de un procedimiento que consiste en la aplicación de un dispositivo láser sobre las zonas amenazadas de pérdida de cabello o regiones despobladas del cuero cabelludo.

Gracias a este método, la baja potencia del láser es capaz de acelerar la mitosis o división celular, con lo que se activa el riego sanguíneo en el cuero cabelludo y se favorece que el oxígeno y los diferentes nutrientes lleguen con mayor facilidad a las raíces del pelo.

Ahora bien: ¿Se puede aplicar esta técnica en casa o hay que recurrir a un sitio especializado? Si bien se comercializan cepillos láser y otros gadgets de uso doméstico, estos son de menor eficacia. La aplicación de láser es más efectiva cuando se realiza en clínicas capilares, sin embargo, sus costes suelen rondar los 1000 euros, mientras que los cepillos láser se pueden encontrar entre los 300 y 800 euros.

En lo que se refiere a las ventajas de sus uso y riesgos. Por un lado, el láser capilar estimula el crecimiento del pelo y la producción de colágeno, además, aumenta su grosor y elimina la caspa. Entre sus limitaciones se tienen: el riesgo para las retinas (en caso de fijar la vista en el haz de luz sin gafas protectoras), su modo de aplicación, ya que no se puede aplicar en zonas próximas a la glándula tiroides pues, el láser puede alterar su funcionamiento. Por otra parte, este tipo de tratamientos anticaída están contraindicado para embarazadas y pacientes oncológicos. Finalmente, está técnica resulta costosa.

2. El uso de Finasterida

La finasterida es un fármaco no hormonal que se deriva de esteroides muy utilizado para tratar la alopecia androgenética o hipocrática. Este fármaco inhibe una enzima que se conoce como 5 alfa-reductasa de tipo II, lo que hace que se produzca menor cantidad del andrógeno dihidrotestosterona (DHT), y con ello frenar el proceso degenerativo del pelo. En el mercado se comercializa finasterida en cápsulas bajo prescripción facultativa.

Entre las ventajas de estos tratamientos anticaída encontramos que la finasterida es considerada el medicamento más eficaz contra la caída del pelo. No obstante, son muchos sus efectos adversos, tales como impotencia, dolor testicular, disminución del deseo sexual, urticaria, depresión e hinchazón. Además, este medicamento para mujeres en edad fértil está contraindicado.

3. Minoxidil

El Minoxidil es un medicamento que se utilizaba en sus orígenes, exclusivamente, para tratar la hipertensión pero que posteriormente pasaron a formar parte de los tratamientos anticaída. Este es un vasodilatador que, aun sin conocerse concretamente su acción, se cree que tiene una participación importante para estimular la apertura de los canales de potasio, impidiendo que el calcio (responsable de que los folículos pilosos detengan su crecimiento) pase a las células.

En la actualidad el Minoxidil está disponible en ampollas, lociones y champús de uso tópico. Ahora bien, aun cuando se considera un fármaco efectivo para fortalecer el cabello y detener la acción del agente que provoca caídas de pelo, especialmente, en pacientes entre 18 y 40 años, puede generar muchos efectos secundarios, como dolor en el pecho, cefaleas, incremento de peso, taquicardias, inflamaciones, alergias y aparición de vello en zonas indeseadas. Adicionalmente, está contraindicado en personas hipertensas y menores de 18 años. Por otra parte, los productos que presenten concentraciones del 5% de Minoxidil, deberán utilizarse estrictamente bajo supervisión y prescripción dermatológica.

4. Champús y lociones anticaída (sin minodixil)

En este caso, los tratamientos anticaída están basado en el uso de artículos de higiene de uso tópico que, por lo general, combinan una base limpiadora con diferentes principios activos. Estos varían en relación al tipo de producto y fabricante.

Algunas de las sustancias consideradas más eficaces para prevenir la caída del cabello es la niacina o vitamina B3, el zinc y la cafeína (principio activo que estimula el riego sanguíneo del cuero cabelludo), que favorece la nutrición del cabello desde la raíz hasta la punta.

Esta es una de las opciones más sencillas que existen de tratamientos anticaída. Son de uso tópico y de fácil aplicación. En el caso de los champús, la recomendación es dejar actuar por un lapso de 2 minutos, luego aclarar, y repetir si lo desea. Además, la acción del champú se puede completar con otros productos de la misma gama de cuidado capilar. En el caso de las lociones, estas deben aplicarse sobre el cabello recién lavado. Muchas, pueden dejarse sin necesidad de aclarar.

El uso de champús anticaída y lociones, por lo general aporta propiedades cosméticas y ayuda a combatir trastornos leves del cuero cabelludo como la caspa o seborrea. No obstante, los champús y las lociones contra la pérdida del pelo acostumbran a ser más costosos que los productos convencionales

Los tratamientos anticaída que te hemos resumido en este post, son tan solo algunos de los que se conocen y se usan con mayor popularidad, no obstante, siempre es recomendable acudir a los especialistas en dermatología y seguir las indicaciones adecuadas, ya que, de lo contrario, los resultados pueden ser adversos.