Si estás buscando una dieta para perder peso es muy probable que te hayas lanzado a Internet en búsqueda de respuestas. Es muy normal que todos queramos lucir mejor cuando llegan los meses de verano y que intentemos buscar ayuda donde sea. A fin de cuentas, si se piensa un segundo, dejaremos a la vista muchas más zonas de nuestro cuerpo y las dietas pueden ser un gran aliado para conseguir nuestros objetivos.
Eso sí, veremos que hay muchas opciones entre las que poder elegir como la dieta dukan, la dieta disociada o la dieta blanda. En esta ocasión vamos a hablar de una distinta, de la dieta proteica para aclarar de qué se trata así como de algunos consejos, pros y contras.
La dieta de proteínas (porque también se puede llamar así a la dieta proteica, así como lipodieta) tiene como base el consumir una cantidad de proteína al día en modo tale que se pueda mantener un peso adecuado para cada persona.
Obviamente, y esto es importante aclarar, como ocurre también con otro tipo de dietas aunque la base de la dieta proteica es esa eso no significa que solo se puedan comer alimentos ricos en proteínas.
¿Qué es la dieta proteica?
Por si le faltaba alguna denominación a la dieta proteica también se la conoce como dieta hiperproteica y obviamente tendrá el foco en un mayor consumo de proteínas respecto a los hidratos de carbono. Para hacerla de forma saludable y evitar tener problemas, como el conocido como efecto rebote, lo ideal es siempre contar con la supervisión de un especialista en la materia.
Un nutricionista será el único capaz de evaluar si la dieta proteica es la indicada para la persona a tratar y, sobre todo, indicará cómo hacerla para evitar problemas de salud.
Algo muy importante y que no se debe perder de vista es que la idea de la dieta proteica no es comer cualquier tipo de proteínas. Por ejemplo, sí que se optará por incluir en el menú las carnes rojas, pero de buena calidad. La idea es que las proteínas sean magras y que las grasas que puedan contener sean saludables para el organismo.
Además de lo comentado, en cada comida que se haga, para seguir bien la dieta proteica, habría que incluir sí o sí proteínas. Obviamente, y para que el contraste con la alimentación que se pudiera estar siguiendo antes y la que conllevará la dieta proteica no sea muy chocante habría que hacer el cambio de una manera progresiva. Esto bien se puede aplicar a cualquier dieta y no iba a ser menos en una dieta hipocalórica.
Ejemplos de dieta proteica
Aunque una dieta alta en proteína puede ser de ayuda a una persona es importante siempre el recalcar que internet debería ser tomado como un punto de partida, una fuente más donde obtener información pero que, antes de tomar ninguna decisión que pueda afectar a la salud, siempre es aconsejable acudir a un nutricionista.
Especificado el punto anterior, aquí tienes algunas ideas, en el caso en el que quiera saber más sobre la dieta proteica o te la hayan aconsejado sobre menús que podrías seguir.
Desayuno
Un gran aliado en la dieta proteica en general y en el desayuno o la merienda en particular es el aguacate. A este le podríamos añadir unos huevos con jamón hechos con aceite de oliva y un yogur desnatado con semillas de chía o frutos secos.
Si eres de los que no puede vivir sin un café con leche, a recordar que deberá ser leche desnatada.
Almuerzo
Aquí es donde más hay que cambiar el chip porque el almuerzo suele ser de todo menos saludable. Digamos que tendríamos que entenderlo como un previo de la comida en sí, así que perfectamente podríamos optar por una ensalada con pollo. Si queremos, incluso, añadirle algunos trozos de quesos frescos.
En el caso de que seamos más de la opción bocadillo, al menos que el pan usado en estos sea pan integral.
Comida
Un poco de pescado o carne hecha a la plancha sería perfecto. Si queremos tener acompañamiento el mismo aguacate mencionado funciona a la perfección y si no podemos optar por espárragos, pepino, tomate o lechuga.
Merienda
¿Recuerdas el aguacate? Si optas por la dieta proteica será tu gran aliado y, seguramente, no te olvidarás de él. Se puede hacer un batido a base del mismo y aderezarlo con almendras. También se puede optar por el yogur desnatado y darle un toque con linaza. Y, porqué no, si estamos algo más hambrientos volver al huevo, esta vez cocido, quizás con algo de verdura de acompañamiento.
Cena
Los pescados a la plancha pueden funcionar a la perfección para cerrar el día. Si no también es muy buena idea, y además simple de hacer, el optar por una tortilla francesa, pro ejemplo, rellena de champiñón.
Consejos útiles
La dieta proteica, como vemos está muy focalizada sobre un tipo de alimentos y, siendo así, hay una serie de consejos que se deberían tener en cuenta.
- Un profesional. Optar por la dieta proteica solo cuando un nutricionista ha dado el visto bueno y puede mantener bajo control la situación.
- Periodo determinado. Unido al punto uno se encuentra el hecho de que la dieta proteica no se puede alargar en el tiempo todo lo que queramos, ni mucho menos. Hay que tener en cuenta que se podrá seguir solo por un tiempo determinado. Los objetivos se pueden alcanzar, pero la salud deberá ser siempre la prioridad. De normal la dieta proteica no se sigue por más de un mes.
- Tienda de productos naturales. Puestos a hacer la dieta bien, mucho mejor el optar por productos de calidad y, además, saber que podemos contar con ciertas ayudas como los complementos nutricionales. Por ejemplo Fat Burner ayudar a reducir la grasa de manera natural gracias a ingredientes como el extracto de café verde que provoca un efecto saciante, transforma las grasas en energía y ayuda a combatir la celulitis.
- Apta para vegetarianos Sí, sí, la dieta proteica también la pueden seguir los vegetarianos. Quizás estos necesiten algún consejo extra de parte del nutricionista, pero también puede ser apta para ellos.
- Agua, mucha agua. Esto se puede aconsejar siempre, se siga la dieta que se siga pero con la dieta proteica aún más.
- Hacer ejercicio. Antes asumamos que las dietas milagro no existen, mejor es. De hecho, ponerse a hacer dieta justo antes del verano no es el ideal. Una dieta equilibrada y hacer ejercicio de manera regular es lo que nos puede llevar no solo a estar en nuestro peso ideal si no a conservarlo y a tener buena salud en general.